Un ángel cae en la carretera 1 de Australia que bordea toda la costa del continente.
FERNANDO RUBÍN
Cuernavaca, Morelos. México. Es un poeta y escritor que vive en Cuernavaca En 2021 obtuvo el primer lugar en el Festival de la Cultura y las Artes VIBRART del Tecnológico de Monterrey a nivel nacional, en la categoría de poesía. Se le han publicado los poemarios Desde una soledad aparte de Astrolabio Editorial en 2018 e Invocación y Ruina de Ediciones Simiente en 2019. Participó en el VII Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores Jesús Gardea en la ciudad de Chihuahua en 2019. Forma parte del taller de Creación Literaria del ITESM.
El
viento del sur promete cambios en el ambiente desde esta noche. El
sol se pone. Lo veo como
un espejo cada vez más amplio. Dodecaedro. El milagro de Juquila es el camión
en el
que
duerme. Pongamos que en este poema Nueva Inglaterra y Puerto escondido son el
mismo
lugar. El silencio exaspera. Las últimas sombras hirviendo. Ciao a la benévola
venda
en
tus ojos. Maniobra medio suicida. Querías ir a una playa que no existe.
Secundario el
caramelo
de tu falda gelatina de toronja oleaje sacrílego navajas dinosaurio plástico,
remembranza.
Rostro salmón plagado de rizos. Chatarra y santería, anexo. Eras velador y de
algodón
tu castillo. Despídete de cabalgar cometas los sábados. No habrá gaviotas de
merengue
sino su blanquitud. Miras al mar, como quien se sienta en su castillo y ve un
ejército
venir. Lo peor es que el mar ganaría. Nos absorbería. Parece que quiere
decirnos
algo.
Está alta la marea. Quisiera un país en el que cada vez se observen más
estrellas,
alacranes
y diamantes. Entiendo por qué las pirámides son sitios de avistamiento
frecuente.
No
sabemos si aquellos que nos visitan comprenden la relación del espacio como lo
hacemos
los humanos (de esta era), pero de ser así, resulta lógico que busquen elaborar
una
narrativa
cronológica de nosotros. Visitar las eras remotas, los eones. El jardín del
descanso.
El
punto de encuentro. Geometrías. Yo no quiero volver. Me queda muy lejos el
espacio y
quiero
quedarme a vivir aquí enterrado en la arena y no volver. Hay un barco por allá
que
nos
alumbra. ¿Te imaginas
Que
las nubes sean nebulosas muertas? Cadáveres de nebulosa, ¿pero solo en el
cielo?
Producto
de una guerra universal que las destruye. ¿O te imaginas que el mar fuera un
espía?
Chapotea.
La última ola la pudimos escuchar. Mira esas cosas que brillan y desaparecen
cada
determinado,
solitario momento. Hay una versión de nosotros que nunca se va, solo está
apagada
para emitir una señal. Yo, por ejemplo, soy
la
visión de aquel que quiero ser cuando ama, en este momento.
Cuando
miras un espejo
siempre
estás viendo al pasado.
Tu
pasado se convierte,
inevitablemente,
en
otra cosa.
En
cambio, el alféizar
es
de sus nubes nuevas.